ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives"

miércoles, 25 de julio de 2018

La caída del empleo pleno y el desvarío de los neoliberales.


Por: Frijolero
Richard Martinez, ministro de Economía y Finanzas

Los neoliberales han desarrollado una capacidad amoral impresionante cuando se trata de entender los problemas sociales. Por querer mostrarse objetivos al hablar de la coyuntura económica han perdido el asombro y la admiración si más de 160 mil personas no tienen empleo pleno luego de un año de funciones del Gobierno de turno, según lo ha dado a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censo, Inec. bit.ly/2uFJDhy

Es la amarga realidad, pero sus técnicos se esmeran en acaramelar la información con eso de que son datos estadísticamente no significativos, igual saben a hiel y son difíciles de dirigir para quienes prometieron durante la campaña electoral del 2017, 250 mil empleos al año.

El propio ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, debió pedir un gran vaso de agua azucarada al instituto de estadísticas, en su intento de saborear sus recientes datos sobre el comportamiento de las cifras de desempleo, pues no cuadrarían con los 300 mil contratos registrados en la institución a su cargo, según ha dicho a los medios. 

Raúl Ledesma, ministro de Trabajo

En medio del desconcierto, sucedió otro imprevisto. Las cámaras empresariales y sus voceros salieron, como nunca antes, a justificar la caída del empleo pleno como una situación coyuntural y necesaria, mientras toman fuerza en el mercado las políticas de estabilización y optimización gubernamentales para generar trabajo, aducen.

Representantes de las Cámaras de Quito y Guayaquil, Patricio Alarcón y Pablo Arosemena.

Las cámaras empresariales endosaron también la responsabilidad de las actuales cifras de desempleo al Gobierno anterior, al acusarlo de dispendio de la bonanza petrolera, pero olvidan que el sector privado mejoró sus utilidades gracias al incremento del consumo, sin embargo no cambió su modelo de negocios, pues frente a la demanda creciente decidió importar y no producir internamente, provocando desequilibrios en la balanza comercial. 

Richard Martínez, actual ministro de Finanzas y, José Hidalgo, de la Corporación de Estudios para el Desarrollo, CORDES, el domingo 22 de julio reciente, se esmeraron en prometer empleo a la población, sin aclarar cómo ni cuándo se concretará su oferta y, al unísono con las cámaras empresariales, pedían paciencia hasta que el sector privado se recupere del impacto del “populismo” y vuelva al sendero de la producción, posición curiosa dado que desde el año 2015 se recupera el indicador de inversión empresarial en la formación bruta de capital fijo, o infraestructura de producción, es decir, las mejoras vienen desde tres años atrás, según el Banco Central. bit.ly/2qp4818


Y mientras perdonan los impuestos a sus antiguos jefes, los grupos económicos más importantes del país, los titulares del Ministerio de Finanzas piden al pueblo esfuerzo y sacrificio, porque, aseguran, se debe pagar la factura del mal manejo económico de la última década. El mensaje es claro: ni se les ocurra que el “cheque” saldrá de los emporios económicos, porque deben invertir en el país y merecen ser tratados como ciudadanos de primera, con privilegios, aún por encima de los derechos establecidos en la Constitución.

Fórmula y argumento similar emplearon los gobiernos de Oswaldo Hurtado, Alberto Dahik, Jamil Mahuad, Gustavo Noboa y Lucio Gutiérrez, quienes mutilaron el aspecto social de la economía, la convirtieron en un asunto netamente contable. Sus medidas económicas sacudieron la estabilidad social del país por subsumir en la pobreza a buena parte de la población, cuando esta comprendió la mecánica de las medidas de ajuste y el impacto en su vida cotidiana, se movilizaron, al punto de convulsionar al sistema político.

Los intelectuales neoliberales observan a esos hechos como costo político, los explican con cierta ligereza como fenómenos propios cuando se producen los ajustes. Nunca entendieron el clamor de las mayorías. Quienes racionalizaron las apasionadas reacciones del pueblo, último recurso de todo ser humano frente a la carencia de empleo y mejoras en su vida, intentaron comunicar su mensaje a las instituciones, pero los tacharon de populistas.  No obstante, la realidad es necia, por más que intenten endulzarla, explotará en algún momento, solo esperemos que no sea con violencia.




No hay comentarios:

Publicar un comentario