ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives" ESCRIBE CON ROJO "Si no vives como piensas, terminas pensando como vives"

jueves, 14 de mayo de 2009

CRISIS DEL CAPITALISMO


“La globalización no es nueva. Nosotros en
el tercer mundo estamos muy familiarizados con
ella. Acostumbrábamos llamarla colonización”.
Vandana Shiva, 1996

Partiremos esencialmente de lo que Anthony Giddens establece en el sentido de que “La modernidad es intrínsecamente globalizadora y esto resulta evidente en algunas de las características más esenciales de las instituciones modernas”[1]. Desde esta perspectiva revisaremos el acontecer histórico que enmarca el fenómeno de la “globalización” o “mundialización”.

La modernidad, entendida como el proceso dentro del cual el hombre se reconoce así mismo como auténtico modificador tanto de su destino como de su entorno (natural o social), plantea una serie de grandes cambios en aspectos sociales, culturales, económicos, políticos y tecnológicos.

La organización de la sociedad asumió nuevos paradigmas que encuentran su base en aspectos tales como: el racionalismo (la ciencia, el desarrollo del conocimiento y su aplicación tecnológica), la lógica de mercado (las dinámicas del capitalismo, comercio internacional y el liberalismo económico), el Estado nacional (la idea de democracia, las libertades individuales y la propiedad privada).

Al respecto, Renato Ortiz califica a la modernidad como
“la racionalización de la sociedad en diversos niveles, económico, político y cultural. Revela un tipo de organización desencajada, privilegiando cualidades como funcionalidad, movilidad y racionalidad (...)[2].

De los aspectos que Renato Ortiz señala, el económico ha servido de base para el análisis de la modernidad, que implica consideraciones tales como:[3]

· Que desde sus mismos orígenes, el capitalismo ha sido internacional en su esfera.

· Que
la llegada del capitalismo, conduce a un tipo de orden muy diferente, por primera vez auténticamente mundial en su alcance y basado más en el poder económico que en el político.

Lo económico adquiere relevancia con la primera gran revolución capitalista que va de la mano con el Renacimiento. Es decir, el desarrollo económico concomitante con el desarrollo de la ciencia provocó un auge de las actividades comerciales y por ende el surgimiento de una clase social encaminada a dirigir los destinos de la sociedad.

Matizando esta situación, en torno a la idea de globalización, muchos autores sostienen que dicho proceso encuentra sus orígenes en este factor. Al respecto, Wallerstein manifiesta que “El capitalismo ha sido tan fundamental en la globalización precisamente porque es más un orden económico que un orden político”[4], este mismo autor señala que
el inicio del “sistema mundial capitalista” se remonta al siglo XVI con el inicio del colonialismo.

Marx, en su enfoque crítico con relación a dicho sistema al que lo denomina “capitalismo moderno”, postula que su origen se daría en el siglo XVI. En cierto modo, su visión plantea que la base económica con relación a la superestructura influye decisivamente en el campo de lo ideológico lo político lo social y lo cultural (aunque evidentemente hay que vislumbrar un enfoque no determinista al respecto). Noam Chomsky profundiza esta tesis al explicar que
Marx diferenciaba en el proceso de globalización del capital dos fases de expansión “la subordinación formal del planeta bajo el capital” que hace relación a la mundialización de la esfera de circulación del capital: “la constitución y expansión del mercado mundial a partir del siglo XVI”. Añade Chomsky que la apropiación del plusproducto global se realiza “predominantemente por el comercio acompañado de la extrema violencia del colonialismo”. La segunda fase hace relación a que la subordinación real del planeta al capital “acontece cuando este extiende sus intereses productivos a todo el globo (...) cuyo corolario es la globalización de la sociedad burguesa en todas sus facetas” [5].

Retomando dentro del contexto la idea de globalización, y avanzando un poco en la historia, el primer tercio del siglo XX estuvo marcado por la revolución socialista en la cual el desarrollo del marxismo leninismo visualizaba el avance del capitalismo hasta llegar a la etapa que se denominaba imperialista. Esta coyuntura desencadenó la pugna entre el socialismo y el capitalismo. El advenimiento de la guerra fría puso en marcha una serie de conflictos políticos y económicos en el plano de lo ideológico. Posteriormente dicha pugna “concluyó” con el derrumbe de las dictaduras comunistas en la URSS y en Europa del Este.

Existen apreciaciones en las cuales se preconiza la idea del “fin de la historia” enmarcado en el colapso del socialismo soviético. Esto trajo grandes consecuencias que reforzaron la idea de globalización sintetizado por Fernando Mires en cuatro razones fundamentales:[6]

· El derrumbe del comunismo puso fin a la guerra fría, con consecuencias políticas y económicas.

· Con el comunismo terminó una fase histórica denominada periodo bipolar.

· Con el final del segundo mundo no puede hablarse de un tercero (ni matemática ni políticamente). Fernando Mires acota que “incluso la dicotomía Norte –Sur deja de ser aplicable”.

· Con el final del comunismo ha terminado el periodo de los imperialismos políticos.

En lo que concierne a la etapa que atraviesa el mundo en los actuales momentos, denominada por unos como “postmodernidad” y por otros como “modernidad radicalizada”, una de las opiniones más generalizadas es que la globalización es un fenómeno puramente económico, o en todo caso, primariamente económico. Retomando el criterio de Fernando Mires quien manifiesta que –ante la complejidad que implica definir el concepto de globalización- “ya no solo hay que enfrentarse con el concepto de globalización sino sobre todo con el paradigma sobre el cual ha sido montado”.

Por lo tanto resulta interesante discutir la existencia de: a) este principio de determinación y b) que este principio sea de naturaleza económica.

En este sentido trataremos de soslayar el hecho de que lo económico se configura a partir de relaciones que no son siempre económicas. Empíricamente podemos manifestar que antes de invertir en un país (los economistas) se informan cabalmente acerca de las condiciones políticas. Se tratará así mismo de resaltar los aspectos políticos de la globalización disintiendo con la idea de un solo imperialismo de los post-marxistas y de un solo mercado mundial de los neoliberales (quienes tienen muy arraigada la concepción de que con la dictadura del mercado la política pasaría a un segundo plano).

Como conclusión de esta última parte muchos autores coinciden en que la tendencia inscrita en la lógica del capital se habría desarrollado, hasta alcanzar un último momento que sería el de la globalización, por ende
“el capitalismo solo puede seguir avanzando hacia Marte o Júpiter (...) en la Tierra ya no puede hacerlo más; está globalizado”[7].

AUTOR EDISON PÉREZ

[1]
Giddens, Anthony, Consecuencias de la modernidad, Ed. Alianza, Madrid 1994, p. 67.
[2]
Ortiz, Renato, Mundialización y cultura, Ed. Alianza, Buenos Aires 1997, p. 74.
[3]
Ibid, p.71.
[4]
Ibid, p. 71.
[5]
Chomsky, Noam, LA ALDEA GLOBAL, Ed. Txalaparta, Buenos Aires 1998, p. 64.
[6]
Mires, Fernando, Teoría política del nuevo capitalismo, Ed. Nueva sociedad, Venezuela 2000, p. 24.
[7] Ob. Cit. Mires, retoma para el contraste, este criterio. Las cursivas son mias, p. 15.

No hay comentarios:

Publicar un comentario